domingo, 24 de febrero de 2013

México sin Pemex



México sin Pemex
Por: Daniel Varela Gasque

Creo que uno de los sellos de esta “era democrática” en la que vivimos, es que cada seis años se lanzan consignas al aire en contra de la privatización de Pemex y, aunque entiendo la razón de la indignación de muchos, les aseguro que Pemex, de aquí a que se terminen las reservas petroleras o que su explotación deje de ser redituable, nunca se va a privatizar, y esto no lo digo porque crea que los políticos mexicanos “defenderán el patrimonio histórico del pueblo de México” o una cursilería similar, lo digo porque son demasiado perezosos como para sostener esta nación sin el flujo constante del petróleo mexicano.

Ahora antes de seguir quiero dejar en claro que existe una gran diferencia entre privatizar y permitir la entrada de capital privado, la segunda ha estado forzando su entrada en la explotación petrolera de la nación desde hace más de una década y segura ocurriendo junto con un sinfín de vergonzosos escándalos en los que compadres de algunos políticos se harán de contratos millonarios cortesía de la paraestatal. Pero sin importar cuantos millones estén dispuestos a verter en el sector privado vía Pemex el grueso de las ganancias producidas por la petrolera seguirán cayendo en las arcas del gobierno federal.

Desde tiempos antes que el presidente López Portillo declarara que con la ganancia petrolera el único gran reto para México sería como administrar la abundancia, la afluencia de capital generada por los hidrocarburos mexicanos han sido vital para el bienestar de la finanzas nacionales, año tras año ante la ineficiencia de la recaudación fiscal el gobierno mexicano se ve obligado a completar el presupuesto nacional con el dinero generado en por Pemex. El petróleo mexicano que en los tiempos del general Cárdenas se pensó serviría como un par de alas que nos pondrían a la altura de las grandes potencias del mundo ha sido reducido a, gracias a la ineptitud de consecutivos gobiernos, en nada más que una muleta que evita que este país caiga en pedazos.

Puede que dude de las habilidades de Enrique Peña Nieto para dirigir nuestra nación, puede que vivamos bajo un gobierno creyente en las ideas neoliberales en las que entre menor intervención del gobierno en la economía mejor, pero la realidad mexicana va más allá las teorías de académicos primer mundistas y en esta realidad México no puede subsistir sin Pemex y eso es un hecho que hasta el gran promotor del neoliberalismo en México, el hombre que privatizo Telmex, Imevisión y la banca mexicana, Carlos Salinas de Gortari, se reuso a entregar Pemex al capital privado.

Volviendo a mi punto original los gobernantes en México se rehusarán a privatizar Pemex, no por nacionalismo, si no porque se rehúsan a ser mejor gobernantes; se rehusaran a cobrar impuestos de forma eficiente, se rehusaran a aplicar reales medidas de austeridad y se rehusaran a perder su tiempo en buscar una sustentabilidad energética no basada en hidrocarburos.

Al final por cínico que pueda sonar quizás sea mejor perder a Pemex quizás el saber que Pemex no estará ahí para salvarnos podría convertirse en el aterrador incentivo que nos obligue a ponernos las pilas como nación y salir del mediocre estancamiento en el que vivimos… o quizás, quizás perder Pemex solo nos levara a una horrenda crisis. Sea como sea la realidad es que aún faltan varios sexenios antes que tengamos que averiguar cómo será un México sin Pemex